





















Después de la Guerra Civil, empieza la II Guerra Mundial. Un millón de muertos después de una larga contienda que ha dejado al país arruinado. Son años muy duros de hambre, de cartillas de racionamiento y de estraperlo. En toda España, la lucha del día a día es por sobrevivir.
A las consecuencias de la guerra civil, en Valencia se sufre más por la repercusión de la guerra que se libra en toda Europa, fundamentalmente por las dificultades en la exportación. En abril del 40 Alemania invade Noruega y Dinamarca. En mayo, Luxemburgo, Holanda y Bélgica. Los alemanes llegan a Calais y en junio Italia declara la guerra a Inglaterra y Francia. En Valencia, la situación bélica complica el suministro de artículos del extranjero, especialmente fertilizantes. En algunos casos el cultivo del arroz es sustituido por boniatos. La gasolina, muy restringida, es muy cara, y a los coches se les tasa el gasto diario. Uno de los grandes problemas de abastecimiento ha sido la harina. Se prolonga la guerra y escasean además del pan, las patatas, las alubias y garbanzos. El campo además sufre las innumerables crecidas del Turia y el Júcar.
A principios de los 40 se hizo público el proyecto de construcción del pantano de Alarcón, con un coste inicial de 60 millones de pesetas. No empezarían las obras hasta 1955. En esa misma época, el ayuntamiento consolidaba la urbanización de la Gran Vía, de parte del ensanche, se construyen nuevos puentes sobre el Turia y se urbanizan el Grao y el Cabañal. Es también en esta década cuando los floristas de la plaza del Ayuntamiento salen del mercado subterráneo.
En 1945, la guerra que ha arrasado Europa desde 1939, finaliza en primavera. Alemania se rinde y los aliados se reparten los restos del III Reich. Durante la guerra mueren 55 millones de personas, de los que la mitad son civiles. A principio de año, los rusos entran en Varsovia. En febrero, los americanos conquistan Iwo Jima y controlan el Pacífico.
Los rusos entraron en Varsovia en enero. Yalta y Postdam fueron los encuentros políticos que marcaron el final de la guerra y donde los vencedores se repartieron Europa, a cambio de que Rusia creara regímenes democráticos. En febrero terminaron los americanos la conquista de Iwo Jima, que con Filipinas, Batán y Corregidor suponían el control del Pacífico.
Truman sucedió a Roosevelt que murió. Viena fue liberada en abril, el mismo mes que Mussolini fue fusilado. Hitler fue encontrado muerto en su búnker. En verano, las bombas atómicas provocaron que Japón se rindiera. Un gran desastre que afectó a todo el mundo.
En nuestro territorio, cuando la guerra acaba, se reactivan las exportaciones principalmente de productos agrícolas. Y la economía empieza a resurgir, aunque persisten las cartillas de racionamiento y la escasez de algunos productos, especialmente de la harina.
Las grandes obras de infraestructuras marcan la segunda mitad de la década. Se inaugura la línea férrea que une Valencia con Madrid. El tren también es protagonista negativo en la ciudad porque entorpece el ensanche de la ciudad y su urbanización. Al final el gobierno reacciona y presenta un anteproyecto de plan general que configurará el diseño del ensanche y de Ruzafa que ha llegado hasta la actualidad. También se inaugura el mercado de Abastos, que ha costado cinco años en construirse. Un nueve puente se abre en el camino de Tránsitos sobre el Turia, llamado del Ángel Custodio. Había sido proyectado 50 años atrás.
La década acaba con otra tragedia protagonizada por el Túria que se desborda. Las cifras oficiales son de 41 muertos y la desaparición de 2000 chabolas sitas en el cauce.
En el terreno deportivo, el gran protagonista es el Valencia C.F que consigue tres títulos de liga y dos copas del Generalísimo. El Levante consigue ascender a la segunda división.