












El 20 de octubre de 1982 tuvo lugar una gran riada del Júcar que inundó la Ribera Alta y la Ribera Baja. Se conoce como la Pantanada, porque la gran cantidad de agua que llevaba el río provocó la rotura de la presa de Tous.
Las riadas del Júcar están documentadas desde tiempos inmemoriales, aunque las circunstancias que se dieron en esta ocasión, fueron excepcionales. Se produjo un fenómeno meteorológico extraordinario que provocó que, en algunos puntos de la cuenca del Júcar, se llegaran a recoger más de 1000 litros de agua de lluvia en 15 horas. De hecho, desde que se disponía de imágenes de satélite, era la primera vez que en Europa se detectaba un complejo de este tipo.
El día 19 empezó a caer muchísima agua. Las gentes de la zona, conocedoras de las crecidas habituales del Júcar, comenzaron a percibir el peligro. A primera hora de la mañana las aguas del Sellent se desbordan. El alcalde de Gavarda ordena la evacuación del pueblo, poco después. En Alzira se desalojan los colegios. Las noticias son confusas y el caos se apodera de la zona. Carcaixent no aparece en las noticias, entre las poblaciones afectadas. Finalmente se advierte a la población que evacúe la zona y que se refugie en las zonas altas.
Durante la mañana del día 20 la presa de Tous ya estaba al máximo de su capacidad. La instalación no estaba preparada para tanta cantidad de agua. Las autoridades determinan que se abran las compuertas de la presa, para tratar de evitar que colapse. Se hace lo imposible para conseguir abrirlas durante todo el día, pero finalmente, a las 19:15, ya de noche se desploma la presa de Tous y provoca una avenida de agua que arrasa la comarca. 120 millones de metros cúbicos de agua invadieron toda la cuenca del Júcar, desde Tous hasta Cullera. En las poblaciones más próximas a la presa, el agua llegó a los ocho metros de altura y la mayor parte de las casas acabaron con graves deficiencias estructurales provocadas por la violencia y la fuerza del agua. La noche fue muy larga. Al día siguiente, el agua permanecía estancada en toda la zona y se pudo observar la magnitud de la tragedia.